Los trabajadores expuestos a agentes cancerígenos en sectores industriales y agrícolas, entre otros, forman parte de las poblaciones objetivo del Plan Nacional Multisectorial para la Lucha contra el Cáncer 2025-2030 que buscará contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por el mal.
El documento, que se aprobó por Decreto Supremo N° 016-2025-SA, tiene también como finalidad incrementar la sobrevida, reducir la mortalidad prematura y promover la reinserción familiar, social y laboral. Para tal fin, se ejecutarán acciones estratégicas multisectoriales que integren los principios de interculturalidad, igualdad y no discriminación, equidad y enfoque de derechos, que abarquen la promoción de la salud, prevención, diagnóstico temprano, tratamiento integral, rehabilitación, seguimiento y cuidados paliativos.
Estilos de vida
El plan nacional multisectorial tiene como objetivo general reducir la morbilidad y mortalidad por cáncer en la población del territorio peruano al 2030.
Mientras, sus objetivos específicos son promover estilos de vida saludables para la prevención del cáncer; incrementar el acceso a servicios de salud para la atención integral del mal; y disminuir la exposición a entornos no seguros que incrementen el riesgo a desarrollar una enfermedad oncológica en la población del territorio peruano al 2030.
El documento precisa que población objetivo son las personas en todas las etapas de la vida que se encuentren en el país, incluidos los migrantes y refugiados.
Así, detalla, se incluye a los grupos de riesgo formados por las personas con antecedentes familiares de cáncer; con enfermedades predisponentes (infecciones por VPH, hepatitis B y C, infección por VIH, infección por Helicobacter Pylori); con enfermedad genética heredada; y las mujeres con menopausia tardía (más de 55 años).
En cuanto a las poblaciones en situación de vulnerabilidad, menciona a las comunidades rurales y pueblos indígenas con barreras de acceso a la salud; así como las personas de bajos recursos con acceso limitado a servicios de prevención y tratamiento.
El plan incluye a los citados trabajadores expuestos a agentes cancerígenos; así como a niños, adolescentes y jóvenes en situación de calle, migrantes y refugiados, personas con discapacidad, adultos mayores y población indígena u originaria.
De acuerdo con el plan, las alternativas de solución se adoptan mediante la implementación de estrategias para cada una de las causas del problema público que se aborda en el documento. Para la primera causa directa, los inadecuados estilos de vida que incrementan el riesgo a desarrollar una enfermedad oncológica, se plantea la promoción de formas de vida saludables y la prevención del cáncer.
Las acciones comprenden actividades comunicacionales masivas por diferentes medios de comunicación y de difusión dirigidas a la población; así como la educación para la salud dirigida a las familias, docentes, padres de familia y otros actores del territorio.
El trabajo articulado con los gobiernos locales y entidades públicas para la implementación de las políticas públicas que contribuyan a la prevención del cáncer en sus planes de trabajo, en coordinación con los comités distritales de salud, forma parte también del plan.
Figuran, además, la intervención comunitaria a través de aliados estratégicos como los agentes comunitarios de salud y servidores de programas sociales; y ampliar la cobertura de vacunación contra el VPH y Hepatitis B.
La estrategia 2 fija la necesidad de incrementar el acceso a servicios de atención integral del cáncer frente a las limitaciones existentes que constituyen la segunda causa directa.
Las actividades incluyen capacitación y formación de profesionales de la salud en la atención integral del cáncer con pertinencia cultural; y el fortalecimiento e implementación de servicios de tamizaje y diagnóstico precoz con pertinencia cultural.
Se suman la descentralización y fortalecimiento de los servicios oncológicos para diagnóstico y tratamiento con pertinencia cultural; así como la garantía y suministro de medicamentos, insumos y dispositivos médicos para la atención integral del cáncer.
El plan señala, asimismo, los fortalecimientos del sistema de referencia y contrarreferencia del paciente oncológico; de la atención en cuidados paliativos y la atención domiciliaria del paciente oncológico; de la telemedicina en la atención integral del cáncer; y de los sistemas de información vinculados con el cáncer.
Por último, determina la implementación de la Red Oncológica Nacional en el contexto de las redes integradas de salud; la creación e implementación de la red de banco de tumores; e investigación en cáncer, desarrollo y evaluación de tecnologías sanitarias.
Entornos sin riesgos
La causa directa 3 se vincula con la exposición a entornos que incrementan el riesgo de desarrollar una enfermedad oncológica, por lo que la estrategia se dirige a reducir esos peligros, indica el Plan Nacional Multisectorial para la Lucha contra el Cáncer 2025-2030.
Para tal fin, detalla, se buscará promover la implementación de políticas públicas a favor de la prevención del cáncer ocupacional; y fiscalizar el cumplimiento de legislación vigente relacionada a entornos que incrementan el riesgo cancerígeno.
Será importante también el monitoreo de calidad del aire, de los suelos y acceso a agua potable segura, de los alimentos de origen animal y vegetal; la verificación del cumplimiento de las normas de protección para trabajadores expuestos a sustancias cancerígenas, así como la fiscalización de las instalaciones que usan fuentes de radiación ionizante y material radioactivo.
Las alternativas de solución descritas serán la base para el planteamiento de las acciones correspondientes a cada uno de los objetivos del plan nacional multisectorial, recalca el documento.
Fuente: El Peruano
Fecha: 13/09/2025