Tere tiene un emprendimiento: vende bisutería que ella misma fabrica, promociona y oferta por redes sociales. Es influencer, trabaja, produce, gana dinero, pero no aporta a la seguridad social ni cuenta con ningún beneficio social. Quizá no lo sabe, pero es parte de uno de los 8 grupos de autoempleados, según las Tipologías de la informalidad laboral, que publicó el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).
De acuerdo con la clasificación aprobada por el portafolio, se encontraron en el país –hasta la fecha– 15 grupos diferenciados de trabajadores en la informalidad: 7 son dependientes y 8 autoempleados. Estos tipos se construyeron tomando como base variables objetivas como la ocupación, tamaño y formalidad de la unidad productiva, el nivel de competencias, marco normativo aplicable y grado de asociatividad.
Previo a este documento, el MTPE publicó el Registro de Trabajadores en la Informalidad Laboral, el cual reveló que 12 millones 387,570 personas se encuentran en situación de informalidad laboral. De esa cifra, 5 millones 540,666 son autoempleados (44.7%), 5 millones 249,484 son dependientes (42.4%) y un millón 597,420 están en el rubro de otros (12.9%).
Rubros
Según las tipologías de la informalidad laboral, los trabajadores en situación de autoempleo informal se concentran principalmente en el rubro agropecuario, dos millones 545,310 (45.9%), y lo siguen los servicios personales, con 620,340 (11.2%); vendedor en establecimiento o puesto fijo, 480,028 (8.7%); en servicios especializados e influencers, 478,609 (8.6%); de oficios, 462,781 (8.4%), entre otros.
En el sector agropecuario, quienes laboran en esta actividad se caracterizan por una mayor proporción de hombres, un predominio de niveles de educación básica y una participación significativa en tareas extractivas, tanto agrícolas como pecuarias.
En el autoempleo de servicios personales, el 80% son mujeres, muchas de ellas con educación básica, y con mayor presencia en el rubro servicios. Por otro lado, entre quienes se dedican a la venta en establecimientos o puestos fijos predominan las mujeres, los niveles de educación básica y la concentración en actividades comerciales.
Mientras que en el autoempleado de servicios especializados e influencers figuran los hombres, la educación superior y la presencia en actividades de servicios (por ejemplo, técnico mecánico automotriz, contador, técnica de enfermería, locutor(a) de radio, artista e influencer, entre otros).
En cambio, los autoempleados de oficios son en su mayoría hombres, tienen niveles de educación básica y se dedican a actividades de servicios y construcción; de manera similar, en el grupo dedicado al transporte destacan los hombres, la educación básica y mayor presencia en actividades de servicios.
Emprendimientos
En las tipologías del empleo informal dependiente, el MTPE divide en dos categorías: sector formal y sector informal. En el primero se hallan trabajadores informales en emprendimientos (2 millones 158,771), que representan el 41% del total; empresas en desarrollo (201,344), que son el 4%; empresas en crecimiento (484,172), el 9%, y en empresas consolidadas (15,403), el 0.3%.
En el sector informal se encuentran quienes trabajan en unidades productivas familiares y trabajadoras del hogar, que son 321,113 (6%); en unidades productivas de construcción, 424,055 (8%); y en unidades productivas de actividades extractivas laboran un millón 644,626 (31%).
El ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Daniel Maurate Romero, señaló que las tipologías de la informalidad laboral permitirán priorizar recursos, articular esfuerzos intersectoriales y monitorear el impacto de las políticas destinadas a acelerar la transición hacia la formalidad, incrementar la productividad y mejorar las condiciones laborales en todo el territorio nacional.
“Hemos reconocido que la informalidad no es un fenómeno homogéneo. No es lo mismo un agricultor familiar en una zona rural que un conductor informal o un técnico independiente. Cada uno enfrenta barreras distintas y merece respuestas distintas”, afirmó.
Maurate Romero indicó que este instrumento técnico es clave para avanzar hacia una política pública más efectiva que contribuya a reducir la informalidad, incrementar la productividad y promover el trabajo decente en el país.
Al respecto, las tipologías permitirán diseñar políticas públicas diferenciadas para cada grupo informal, al priorizar intervenciones en las que existan mayores brechas o riesgos, así como mejorar la asignación de recursos y su priorización.
Este instrumento se enmarca en el enfoque promovido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que reconoce la heterogeneidad de la economía informal y recomienda la adopción de políticas diferenciadas para una transición efectiva hacia la formalidad. (PBQ)
Plataforma digital
Como primer paso hacia la implementación de las tipologías, el MTPE anuncia el próximo lanzamiento de una plataforma digital que conectará autoempleados con ciudadanos que demandan bienes o servicios; así se ofrecerá un espacio para publicitar su oferta y promover el tránsito hacia el autoempleo productivo y formal.
Asimismo, se han previsto los siguientes pasos complementarios para fortalecer la utilización de las tipologías de la informalidad laboral:
Uso transversal por parte de los órganos del MTPE y entidades del Estado de las tipologías de la informalidad laboral como insumo clave para formular y evaluar políticas, planes, programas y servicios.
Articulación con los sectores salud, educación, agricultura, vivienda, producción y turismo, entre otros, así como con gobiernos regionales y locales, para integrar este enfoque en sus intervenciones.
Hito
El director de la Oficina de la OIT para los Países Andinos, Ítalo Cardona, calificó la iniciativa como “un hito, no solo en la región, sino también en el seno de la Organización Internacional del Trabajo”, al destacar que otros países siguen con atención esta experiencia peruana.
204 es la recomendación de la OIT sobre la transición de la economía informal a la formal.
Fuente: El Peruano
Fecha: 18/07/2025